Suiza

La cultura suiza es extremadamente rica por la fusión que se genera con sus países vecinos. Los suizos se distinguen y caracterizan por su honradez, gran sentido del ahorro y cuidado del medio ambiente. A su vez, son un pueblo con un enorme respeto por el prójimo y un fuerte sentido de ayuda humanitaria; no en vano es el país sede de las Naciones Unidas y donde nació el movimiento de la Cruz Roja. A pesar de parecer un poco reservados, los suizos son amistosos y hospitalarios.


El respeto por las tradiciones siempre está presente y si bien no es un pueblo conocido por sus fiestas, poseen numerosas celebraciones. Debido a la variedad cultural que existe de una zona a otra, cada región posee sus tradiciones y se caracterizan por asociarlas a las estaciones del año.


Durante los meses de invierno y primavera es cuando se dan más festividades. Esto se explica en parte porque en el pasado los campesinos tenían más trabajo durante los meses de verano, mientras que en las estaciones más frías la gente tenía más tiempo libre.


Muchas de las costumbres que se dan en invierno están relacionadas desde tiempos remotos con la expulsión de espíritus y demoniosasociados a los tiempos fríos, mientras que otras se vinculan directamente con fiestas religiosas y el fin de año.


Una celebración muy extendida son las costumbres "Klausbräuche". Se trata de una fiesta especial para los niños que se lleva a cabo la noche previa al día de San Nicolás, el 6 de diciembre. Los más pequeños aprenden poemas y dichos clásicos denominados Samichlaus-Sprücheque posteriormente recitan de memoria ante el obispo, obteniendo como recompensa deliciosas golosinas.


Otra celebración pintoresca es La noche de San Silvestre (31 de diciembre). Durante esa celebración, se festeja el fin de año con desfilescoloridos, gente disfrazada, fuegos artificiales y tambores. Según la tradición, a través de estos ritos los demonios y espíritus son expulsados. En función de la región, varían las actividades tradicionales. En Zúrich, por ejemplo, participan niños y jóvenes que van por las calles haciendo ruido, cantando y festejando; en Meiringen, los protagonistas son hombres que llevan en sus manos campanas del ganado; en Wil se apagan las luces de las calles y los niños desfilan con linternas de diferentes colores.